Con mi familia íbamos caminando por las calles de Bariloche, recién habíamos llegado, y estábamos con un hambre mortal. Y econtramos Rock Chicken, un lugar donde venden una variedad de sandwiches y a precios módicos. Nos sentamos, y nos atendieron de inmediato, la atención maravillosa, como en cada negocio, pub y restaurante en el que he estado en Argentina. La gente es muy amable y conversadora. Bueno, pedimos los tres el mismo plato, ya que nos tincó por la foto, se veía super rico. Cuando nos trajeron el plato no podíamos creer el porte del sandwich, era gigante! Y mucho más apetitoso que en la foto, era de lomo con jamon y chorreaba de queso, al lado una porción generosa de papas fritas y un vaso grande de bebida helada...mmm estábamos felices!, pero no pudimos ni con la mitad del plato! Así es que nos envolvieron para llevar. Muy buena la atención y la comida. Excelente.
Puntuación: ★★★★★★★★★★
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